Friday, August 7, 2015

Seis razones por las cuales la Guerra Contra las Drogas es desastrosa para América Latina

por Detective Russell Jones (Ret.)

La Guerra estadounidense Contra las Drogas ha contribuido de manera significativa a la violencia y a la pobreza, de modo que los individuos, las familias, y la ninez deben soportarlas o escapar para sobrevivir en América Latina. La región nunca alcanzará la estabilidad política y socio-económica completa hasta que los Estados Unidos cambien sus propias políticas.

1. La guerra contra las drogas es responsable por miles de muertes cada año.

La Guerra Contra las Drogas provoca la violencia entre organizaciones criminales, y la prohibición de drogas crea un mercado subterráneo violento en el cual se ponen en peligro las vidas de los civiles y a veces hasta los agentes del orden. En Colombia, 15.000 personas murieron en una guerra de 20 años contra los cárteles, mientras que la guerra del gobierno mexicano contra los cárteles ha provocado más de 120.000 muertos y desaparecid@s desde el 2006. Sin embargo, el índice de adicción a las drogas en los EE.UU. se ha mantenido casi igual.
photo credit: Yuri Cortez/AFP/GettyImages

2. El efecto globo: la prohibición intransigente impulsa el mercado de las drogas ilegales hacia nuevas zonas.
"El efecto del globo" explica por qué los cárteles siguen siendo poderosos a pesar de la presión militar puesta en ellos: Exprimir un lado de un globo hace estallar el globo desde el otro lado. Del mismo modo, si los EE.UU. toman medidas contra la producción de drogas en una parte de América Latina, el mercado simplemente se mueve a una nueva zona, donde puede causar daños socio-económicos de largo alcance. Por ejemplo, en la década de los 2000, el gobierno estadounidense invirtió miles de millones de dólares en el Plan Colombia, por lo tanto la producción de cocaína en Colombia disminuyó, de tal manera que el mercado de la producción se trasladó a Perú y Bolivia.


3.
La corrupción policial conduce al desorden devastador.
Los cárteles florecen en algunos paises de América Latina con sistemas de justicia insuficientemente financiados y entrenados, ya que la policía se corrompe facilemente con sobornos y amenazas. En México, se estima que el 92% de los delitos no se denuncia. En Colombia, la misma policía que ha recibido miles de millones de dólares en ayuda de Estados Unidos tiene vínculos de larga data con milicias contrarrevolucionarias, apoyados por los carteles de las drogas, llamadas grupos "paramilitares." Como un pastor hondureño citado en el New York Times comentó: "Nunca llamamos a la policía. Los policías toman represalias y te matan."


4.
L@s niñ@s latinoamerican@s que no pueden buscar refugio en otro lugar se encuentran atrapados.
La fumigación aérea indiscriminada bajo el Plan Colombia atropelló a una familia cinco veces. Su niño de once años de edad, Javier, contó los incidentes, "Ves los aviones llegando—cuatro o cinco de ellos—de muy lejos con una nube de aerosol negra detrás de ellos. Ellos dicen que están tratando de matar a la coca, pero matan a todo. Después de la fumigación, no teníamos nada que comer por unos días. Una vez nos rociaron a mi hermano pequeño y a mí....yo estuve enfermo por mucho tiempo y mi hermano aun más. "Los cárteles también reclutan a l@s niñ@s en las escuelas, donde son fácilmente atraíd@s por la posibilidad de un alto ingreso y una pertenencia a un grupo. En Ecuador, la política estadounidense promete ayuda financiera a cambio de un cierto número de arrestos por drogas, cosa que ha llevado a un aumento de arrestos de mujeres mulas. Debido a que las madres encarceladas en Ecuador a menudo traen a sus hij@s para cuidarlos, esto significa que se ha incrementado significativamente los niñ@s que viven tras las rejas.

5. La guerra contra las drogas hace las drogas más rentables, y por las personas equivocadas.
En Colombia, como explica Javier, las personas mueren de hambre y no hay programas gubernamentales de asistencia. La gente no quiere cultivar coca, pero la prohibición ha hecho, irónicamente, que las drogas ilegales y los cultivos sean más lucrativos. La coca procesada de alto valor y bajo peso es más fácil de transportar a través de la red de carreteras poco desarrollada, especialmente durante la temporada de lluvias cuando los caminos no son muy transitables. "Sé que si el gobierno me ofreciera apoyo, que me permitiera cultivar y sobrevivir, yo no volvería a la siembra de la coca", dice Javier. Desafortunadamente, existen pocos programas para ayudar a l@s latinoamerican@s que viven en la pobreza.


photo credit: Alfredo Estrella/AFP/Getty Images

6. La captura de los personajes grandes tampoco funciona.
El líder notorio del cártel de Sinaloa, Joaquín "El Chapo" Guzmán escapó recientemente de una prisión de máxima seguridad en México por segunda vez, demostrando una vez más el nivel de poder e influencia que los carteles tienen sobre la aplicación de la ley y el gobierno, y a la larga, lo inutil de la Guerra Contra las Drogas. Él es culpable de muchos crímenes y ciertamente debería estar tras las rejas: sin embargo, su detención fue tan ineficaz no sólo porque él se escapó, sino también porque el flujo de las drogas no se detuvo mientras él estuvo encerrado. Arrestar a l@s consumidores de drogas claramente no ha funcionado, por lo que se podría deducir que atacar a l@s productores es más eficaz. Pero si el objetivo de la prohibición es reducir el mercado de las drogas, y arrestar el hombre que vende más drogas que Pablo Escobar en el apogeo de su infamia no derrocó a su imperio, entonces ¿por qué continúar con la prohibición?


Afortunadamente, la Guerra Contra las Drogas también se está haciendo de manera más compasiva, y hoy sabemos que hay alternativas a la prohibición que pueden ser exitosas. Los cárteles ya se han debilitado económicamente mediante la legalización de la marihuana medicinal y recreativa en un par de estados de EE.UU. L@s defensores de la reforma de la política de drogas en todo el mundo están luchando por políticas que prioricen el tratamiento en lugar de la pena, para reducir, a la larga, la comercializacion de las drogas y los lucros para los cárteles y su impacto destructivo en América Latina.



Detective Russell Jones (Ret.) Es un detective de narcóticos retirado de New Braunfels, Texas, con 40 años de experiencia en la aplicación de la Guerra Contra las Drogas. Ahora es el altavoz para Law Enforcement Against Prohibition (Agentes de la Ley en Contra de la Prohibición, o LEAP por sus siglas en ingles). LEAP es un grupo de policías y otros profesionales de la justicia penal que trabajan para poner fin a la Guerra Contra las Drogas y los desastrosos efectos que ha tenido en áreas como América Latina. LEAP aboga por la legalización, regulación, tratamiento y educación con respeto a las drogas, en vez de la prohibición, como una solución a largo plazo a los problemas de drogas en la sociedad.

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